La relajación debe considerarse nuestro estado natural que nos aporta fundamentalmente un estado de serenidad, de presencia, de conexión con tu centro y eso trae consigo una serie de beneficios: profundo descanso, que nos ayuda a equilibrar el metabolismo, el ritmo cardíaco y la respiración. De esta forma, saber qué es la relajación, que es la ausencia de relajación y cómo relajarse, también nos libera de posibles tensiones, ya sean musculares o psicológicas que se van acumulando con el paso del tiempo.
Si vamos poniendo en práctica determinadas técnicas de relajación en nuestro día a día conseguimos una intensa sensación de bienestar, calma y tranquilidad, muy próxima a la que experimentamos con el sueño profundo, pero con la diferencia de disfrutarla en un estado de vigilia. Si estamos relajados conseguimos un alto estado de sensibilidad y receptividad natural, lo que desemboca en una mayor atención desde cada una de las células de nuestro cuerpo. Así, el gasto de energía es mínimo y repercute positivamente en nuestro estado general, sobre todo en el psicológico.
¿Cómo se puede relajar la mente y el cuerpo?
Hay muchas formas de relajarse. Algunas formas están diseñadas para relajar la mente y otras para relajar el cuerpo. Pero, debido a la forma en que están conectados la mente y el cuerpo, muchos métodos de relajación trabajan tanto sobre la mente como sobre el cuerpo.
Es recomendable que pruebe uno o más de los siguientes consejos de relajación para ver cuál funciona mejor para ti.